EL DESEO DE CAMBIAR
Con el deseo de cambiar hago referencia a que como norma general nadie esta al 100% satisfecho de quien es, o más bien de como es, y es que siempre nos invade el pensamiento de que hay cosas en nosotros/as que de poder ser cambiadas, "retocadas por una barita mágica" serían mejores, pero nada más lejos de la realidad. No caigamos en el engaño de que las cosas físicas son las que marcan la diferencia, pues si bien es cierto que como en el caso de la imagen que acompaña este pequeño articulín hay veces que es necesaria una ayudita para conseguir lo que ansiamos (piernas en el caso de la princesa marina Ariel), lo que realmente marca la diferencia es el interior, lo que escapa a las voraces fauces del tiempo no es el físico, pues este se desdibuja y redubuja con el paso de los años, pero nuestra esencia, lo que somos en realidad burla el giro de las afiladas agujas del reloj, y lo que somos y quienes somos no se mide en centimetros, kilos o simetrias, sino en actos, pensamientos y relaciones.